Vinicius Jr. sigue los pasos de Mbappé y adquiere su propio club en Portugal

El fútbol moderno ya no se juega solo sobre el césped. Vinicius Jr., estrella del Real Madrid, ha decidido expandir su influencia más allá del terreno de juego y adentrarse en la gestión deportiva, siguiendo el ejemplo de Kylian Mbappé. Si el delantero francés cumplió su sueño adquiriendo el SM Caen, club de su infancia, el brasileño ha tomado el testigo al encabezar la compra del FC Alverca, equipo de la segunda división de Portugal que actualmente pelea por el ascenso.

La información, revelada por UOL, señala que Vinicius y su grupo inversor han adquirido casi el 80% de la SAD (Sociedad Anónima Deportiva) del club portugués. El hasta ahora propietario del FC Alverca, Ricardo Vicintin, ha oficializado el traspaso mediante un comunicado en el que destacó el meticuloso proceso de selección del nuevo dueño.

«Junto con mi familia, elegimos con mucho cuidado a quién dejarle este tesoro. Muchos lo intentaron antes, pero nos aseguramos de que el club quedaría en buenas manos. Estoy convencido de que el FC Alverca pronto estará en la Primera Liga», manifestó Vicintin en su despedida.

Por el momento, no se han revelado las cifras exactas de la operación, ni los nombres de los empresarios que acompañarán a Vinicius Jr. en este ambicioso proyecto. Sin embargo, lo que sí es seguro es que el brasileño da un paso trascendental en su carrera fuera de los terrenos de juego, iniciando una nueva etapa como inversor y empresario del fútbol.

El FC Alverca, con un historial destacado en el fútbol portugués, busca regresar a la élite y, con Vinicius Jr. al mando, su futuro podría estar más cerca de la gloria. La estrella madridista, que sigue brillando con el Real Madrid, ahora también quiere dejar huella en los despachos. Su viaje empresarial acaba de comenzar, pero la ambición y la determinación que lo han llevado a la cima del fútbol también podrían convertirlo en un referente en la gestión deportiva.

Vinicius Jr. no solo juega al fútbol, ahora también lo construye.

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