Vigo denuncia la manipulación de la elección de las sedes mundialistas

En una rueda de prensa inesperada, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, lanzó un serio reclamo al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, sobre lo que describió como un «gravísimo» cambio en los criterios de selección de los estadios que acogerán el Mundial de Fútbol 2030, un torneo que se celebrará entre España, Marruecos y Portugal. Este cambio, según Caballero, habría resultado en la exclusión del estadio de Balaídos de Vigo, favoreciendo al estadio Anoeta en San Sebastián.

La controversia surgió tras la publicación de un artículo en el diario ‘El Mundo’, que afirmaba que la Federación había «manipulado» las puntuaciones durante el proceso de selección, beneficiando así a algunas localidades en detrimento de otras. El alcalde Caballero, visiblemente frustrado, explicó que según la evaluación inicial realizada el 25 de junio por un equipo técnico, Vigo había sido seleccionado como una de las sedes. Sin embargo, apenas dos días después, este listado fue alterado sin ninguna comunicación pública de por medio.

El alcalde Caballero, aunque reticente a señalar directamente a Louzán como responsable, sugirió que el cambio en los criterios no parecía ser obra del equipo técnico original. Casi un mes después de esta revisión, el Ayuntamiento recibió una notificación oficial que confirmaba que Vigo no sería sede, citando una «pequeña diferencia» en la evaluación final, sin ofrecer mayores detalles al respecto.

Durante la conferencia, Caballero desafió varias de las explicaciones proporcionadas por la Federación respecto a la exclusión de Vigo, comenzando por la «baja estructura financiera» de la candidatura. El alcalde contrarrestó este argumento destacando que el Ayuntamiento de Vigo tiene una «deuda cero» y que, de ser necesario, podrían manejar la reforma del estadio Balaídos sin necesidad de ayuda externa.

Otras razones que se dieron incluyeron el tamaño del estadio y la supuesta falta de colaboración entre el gobierno local y la Federación. Caballero insistió en que el estadio Balaídos podría alcanzar la capacidad de 43,500 asientos requerida por la FIFA con las reformas propuestas.

El alcalde también mencionó una solicitud anterior de destitución dirigida hacia el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, acusándolo de indicar que Vigo fue excluido por la «falta de influencia» del gobierno local, algo que Caballero rechazó vehementemente.

En un esfuerzo por restaurar la transparencia y la justicia en el proceso de selección, el Partido Popular de Vigo ha hecho un llamado tanto al Ayuntamiento como a la Federación para que realicen una evaluación «técnica y seria» de cómo se llevó a cabo la selección de las sedes. Luisa Sánchez, presidenta del PP local, en un mensaje difundido a los medios, instó al gobierno municipal a adoptar un enfoque más constructivo y menos mediático, abogando por un «trabajo productivo y explicaciones» en lugar de «cruces de acusaciones».

Este llamamiento busca no solo aclarar los criterios usados en este controvertido proceso, sino también asegurar que la selección de futuras sedes del Mundial se realice de una manera más abierta y justa, libre de oscurecimientos y manipulaciones que puedan socavar la integridad del evento deportivo internacional.

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