Queralt Castellet: «Lo que cuenta es la energía que tienes»
Queralt Castellet, con OYSHO / SPORT Carme Barceló 27 ENE 2025 8:32 Me castañetean los dientes escuchándola. “Aquí fuera estamos a veinte grados bajo cero. Tengo un jet lag que no sé ni quien soy. ¡Qué mal lo llevo y mira que son años moviéndome por el mundo!”. Queralt Castellet en estado puro y en ‘modo nocturno’ porque “en Colorado lo hacemos todo de noche: entrenar, competir… Hace tres días estaba en Suiza. Una locura, sí, pero me encanta y soy feliz con esta vida”. Peor estaba el año pasado, parada por una grave lesión que la apartó de casi todo y que “me ha dejado secuelas que debo trabajar. Me ha costado superar la sensación de respirar y que las costillas te duelan. Que te duelan mucho. Tengo miedos que voy superando pero he ganado en confianza. Estoy poniendo más énfasis en trucos y elementos donde tuve la caída y estoy aprendiendo de ello. Es otra oportunidad para que mi snowboard sea mejor”. Aún mejor, añadiría yo. Porque Queralt Castellet sólo hay una y se rompió el molde cuando la parieron. A sus treinta y cinco años, el ‘edadismo’ la afecta poco o nada. “Los tengo y me hace feliz compartir tiempo y entrenamientos con personas más jóvenes. O de la edad que sea. Lo que cuenta es la energía que tienes, que proyectas y que absorbes de los demás. Yo no tengo el callo hecho, qué va. Me siento una principiante. Tengo esta mentalidad. Nunca es suficiente. Nunca lo sabes todo. Siempre encuentras perspectivas diferentes”. Este año no esperaba nada. Recibió tarde la invitación a los X Games y “me hizo muchísima ilusión. Los americanos lo tienen más fácil pero que tuvieran en cuenta a Queralt Castellet es bestial. Estoy aquí hasta la semana que viene, que se celebra la Copa del Mundo y que es mi ‘focus’ ahora mismo. Será de día, cuando ahora entreno de noche, en plena ola de frío. La nieve aquí es un velcro”. Estar fuera de la zona de confort “es una sensación en la que, obvio, no estás cómoda pero de la que puedes obtener algo. Me enfrento y pienso: ‘A ver que haces para seguir adelante’”. Sola. Y una veterana con poco a lo que agarrarse. “No tengo referentes. No tengo a nadie que me diga que ha pasado por aquí ni a quien copiar una fórmula”, explica Queralt. Es fuerte y se reinventa constantemente. “Cómo he llegado hasta aquí -reconoce- es gracias a vivirlo así, progresando cada día y ajustando cosas para hacer trucos más difíciles y que mi snowboard sea mejor. Y lo traslado a situaciones de la vida”. Sigue sumando experiencias y, una de las últimas, es que Oysho la haya elegido como embajadora. Castellet está feliz de contar “con un apoyo así, con un equipo que te escucha y que tiene en cuenta tu opinión a la hora de diseñar ropa para los deportes de nieve. Me he sentido muy valorada y, desde el primer día, me han sumado ilusión”.