Pedri e Íñigo, más imprescindibles que nunca: el Barça se clasifica, pero roza la tragedia en Alemania
El FC Barcelona logró el pase a las semifinales de la UEFA Champions League tras eliminar al Borussia Dortmund, aunque el trámite fue mucho más sufrido de lo esperado. La holgada victoria por 4-0 en la ida hacía presagiar una noche tranquila para los azulgranas en el Signal Iduna Park, pero el equipo de Hansi Flick ofreció una versión muy alejada del nivel mostrado durante los últimos meses y estuvo a punto de protagonizar una tragedia deportiva.
A los 11 minutos de partido, el conjunto alemán ya se había adelantado en el marcador y, con el 3-1 cuando restaban todavía veinte minutos de juego, el Barça vivió una montaña rusa emocional hasta sellar su clasificación. A pesar del mal partido, los culés estarán en unas semifinales europeas por primera vez desde hace seis años, un logro indiscutible, aunque no exento de advertencias.
Flick reservó… y el equipo lo pagó
El técnico alemán optó por introducir algunas rotaciones en el once titular. Pedri no fue titular por descanso, y Íñigo Martínez se quedó en el banquillo para evitar una posible tarjeta que lo dejara fuera de las semifinales. Sin embargo, el equipo notó profundamente su ausencia. Ambos jugadores, tal como quedó reflejado en el campo, son insustituibles en este momento.
Íñigo Martínez aporta una seguridad defensiva clave, así como liderazgo en la zaga. Su presencia ordena al bloque y ofrece solidez en momentos de apuro. En contraste, Ronald Araujo mostró de nuevo que no atraviesa su mejor momento. Aún lejos de su mejor versión tras la lesión sufrida el pasado verano, su error en el tercer gol del Dortmund evidenció las carencias del equipo sin Íñigo al mando.
Por su parte, la ausencia de Pedri dejó al equipo sin el control y la pausa necesarios en medio campo. Ni Gavi ni Fermín López pudieron asumir ese rol organizador que el canario ejecuta con maestría. Ya en el partido frente al Atlético de Madrid, la salida de Pedri coincidió con dos goles encajados. Ayer, la historia se repitió: sin un conductor claro, el Barça se vio superado en la gestión del juego y dejó crecer al rival.
Una advertencia de cara al futuro
El partido ante el Borussia Dortmund deja varias lecciones que Hansi Flick deberá tener en cuenta. El hecho de estar a punto de dilapidar una renta de cuatro goles es un síntoma de alerta. La imprecisión en los pases, la falta de contundencia ofensiva y la ausencia de liderazgo en momentos clave son aspectos que deberán corregirse de inmediato si el equipo quiere competir con garantías en las semifinales.
Aunque el tanto en propia puerta de Bensebaini, tras una acción por banda de Fermín, pareció sentenciar la eliminatoria, el tercer gol del Dortmund reactivó los nervios en los últimos minutos. Solo la fortuna, y el buen hacer puntual de Szczesny bajo palos, evitó que la historia tomara un rumbo aún más doloroso.
Semifinal ante Bayern o Inter… con una lección aprendida
El Barcelona se enfrentará en semifinales al ganador de la eliminatoria entre el Bayern de Múnich y el Inter de Milán, sabiendo que no puede permitirse desconexiones similares. La clasificación es, sin duda, una noticia muy positiva para el club y sus aficionados, pero lo ocurrido en Dortmund debe servir como advertencia contundente.
El equipo ha demostrado tener talento, ambición y carácter para llegar lejos. Pero si algo quedó claro en Alemania es que hay nombres que, en partidos de esta envergadura, no pueden faltar. Pedri e Íñigo Martínez son ya imprescindibles para el equilibrio y la estabilidad de un proyecto que vuelve a soñar con Europa.