Optimismo en Can Barça, el CSD decidirá el futuro de Dani Olmo y Pau Víctor
El principal argumento del Barça es un informe de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que califica el artículo 130.2 del reglamento como obsoleto. Dicho artículo prohíbe que un jugador dado de baja en un club sea reinscrito por la misma entidad en la misma temporada. Este punto fue la base utilizada por LaLiga y la propia RFEF para denegar la reinscripción de ambos futbolistas.
Sin embargo, según apunta el informe entregado, la RFEF ya tiene previsto modificar este reglamento en junio, lo que refuerza la postura del Barcelona de que la normativa es arcaica y debe adaptarse a los tiempos actuales.
Entre la cautelarísima y la cautelar: ¿qué espera el Barça?
Aunque el informe de la RFEF es un punto a favor, fuentes cercanas al caso, citadas por TV3, afirman que es complicado que el CSD otorgue la cautelarísima, que podría resolverse en apenas 3 o 4 días y permitiría a Olmo y Pau Víctor disputar una hipotética final de la Supercopa de España.
Lo más probable, según las mismas fuentes, es que el organismo otorgue únicamente una cautelar, un proceso que podría extenderse hasta 15 días. En este escenario, ambos jugadores quedarían inscritos para el resto de la temporada, pero se perderían el primer título en disputa.
Olmo y Pau Víctor, en la expedición pero sin ficha
Mientras tanto, los dos jugadores han viajado con el resto de la plantilla a Arabia Saudí y han participado en los entrenamientos junto a sus compañeros, a pesar de no contar con ficha desde el pasado 1 de enero. Ya se perdieron el duelo de Copa del Rey frente al Barbastro, y salvo un giro inesperado, tampoco estarán disponibles para los encuentros de Supercopa.
Un desenlace crucial para el Barça
El FC Barcelona confía en que el CSD respalde su postura, lo que no solo resolvería una situación clave para su planificación deportiva, sino que también pondría en evidencia la necesidad de modernizar ciertos aspectos de la reglamentación actual. El reloj corre y las opciones se estrechan, pero en Can Barça hay razones para el optimismo