La portería del Barcelona, un debate abierto bajo la dirección de Hansi Flick

El experimentado portero polaco Wojciech Szczesny fue la elección de Flick para el crucial enfrentamiento de Champions League frente al Benfica en Lisboa. Sin embargo, su actuación no estuvo exenta de errores importantes, especialmente en salidas arriesgadas y fallos de comunicación con sus compañeros. Pese a ello, Flick defendió su decisión: «¿Qué jugador no comete errores? Ganamos juntos y perdemos juntos», declaró tras el partido.

El técnico alemán ha confirmado que esta decisión no es definitiva, y que el próximo domingo en LaLiga contra el Valencia o en el siguiente duelo de Champions frente al Atalanta, en Montjuïc, podría ser el turno de Iñaki Peña. «La titularidad se decidirá partido a partido, dependiendo del rendimiento y del rival», explicó.

Iñaki Peña sigue siendo parte fundamental

Aunque Szczesny ha ganado protagonismo, Flick no ha relegado al joven canterano. Peña, quien hace apenas unas semanas era considerado el arquero titular del equipo, mantiene su estatus dentro del plantel. El técnico valora su compromiso y calidad, a pesar de algún retraso en entrenamientos que generó dudas.

«Peña seguirá siendo importante para el equipo», señaló Flick, apuntando a que el joven arquero tendrá más protagonismo que Szczesny en el futuro inmediato, aunque ninguno puede relajarse. «La competencia es necesaria para elevar el nivel», sentenció.

Un cambio de filosofía respecto al Bayern

Esta política de rotación en la portería contrasta con la etapa de Flick en el Bayern de Múnich, donde el indiscutible Manuel Neuer era titular en prácticamente todos los partidos, relegando a los suplentes Nübel y Ulreich a roles casi simbólicos. Ahora, en el Barcelona, Flick apuesta por un modelo que fomenta la competencia interna como herramienta para exigir el máximo rendimiento.

Un modelo de éxito o un riesgo innecesario

El enfoque de Flick supone un cambio en la gestión del puesto de portero, buscando que la exigencia diaria y el rendimiento puntual sean los factores decisivos. «No hay espacio para la relajación ni para el conformismo», ha dicho el técnico en más de una ocasión.

El tiempo dirá si esta estrategia fortalece al equipo o si la incertidumbre en la portería genera más problemas que soluciones. Por ahora, lo único claro es que la lucha por el arco del Barcelona está más abierta que nunca.

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