La Policía detiene a Kike Salas por forzar tarjetas amarillas
Según las primeras informaciones, Kike Salas habría pactado forzar tarjetas amarillas en partidos oficiales de LaLiga durante la temporada pasada. El objetivo: permitir que su círculo cercano, con conocimiento previo de estas acciones, realizara apuestas deportivas y obtuviera beneficios económicos. Los investigadores sospechan que este grupo realizó al menos 30 apuestas, ganando alrededor de 10.000 euros en establecimientos de Morón de la Frontera.
La unidad especializada en apuestas ilegales de la Policía Nacional ha tomado las riendas del caso, recopilando pruebas y declaraciones. La trama apunta especialmente al tramo final de la pasada campaña, en la que el Sevilla no tenía grandes objetivos deportivos. Durante ese periodo, entre las jornadas 30 y 38, Salas acumuló siete tarjetas amarillas en solo nueve partidos, una cifra que despertó sospechas. Algunas de estas amonestaciones ocurrieron en los minutos finales, aumentando la posibilidad de que fueran intencionadas.
Kike Salas: silencio, entrenamiento y futuro incierto
El jugador, tras su detención, compareció ante el magistrado del caso y optó por acogerse a su derecho a no declarar. Como parte de la investigación, entregó su teléfono móvil, que ha sido clonado para analizar posibles pruebas incriminatorias. Posteriormente, Salas volvió a entrenarse con sus compañeros, mientras el club mantiene silencio absoluto sobre el tema.
LaLiga, por su parte, ha anunciado su intención de personarse como acusación en la causa, reforzando su compromiso contra las irregularidades en el fútbol. Cabe destacar que la competición organiza regularmente talleres de integridad obligatorios para todos los clubes, en los que se advierte a los jugadores sobre los riesgos y prohibiciones relacionados con las apuestas deportivas.
Un canterano en el ojo del huracán
Kike Salas, uno de los jugadores más utilizados por García Pimienta esta temporada, había renovado su contrato con el Sevilla hasta 2029 el pasado mes de diciembre, consolidándose como una promesa del club. Su versatilidad, actuando tanto de central como de lateral izquierdo, le había convertido en una pieza clave para el equipo. Sin embargo, este escándalo amenaza con marcar un antes y un después en su carrera.
El fútbol ante otro desafío de integridad
El caso de Kike Salas es un recordatorio de los peligros que acechan al deporte de élite, donde las apuestas y los beneficios ilícitos pueden tentar incluso a los jugadores más jóvenes. Mientras la Policía Nacional avanza en la investigación, el Sevilla y LaLiga deberán tomar medidas para proteger la integridad de la competición y garantizar que episodios como este no se repitan.
La gran pregunta ahora es: ¿Cómo afectará este caso al futuro de Kike Salas y al prestigio del club sevillista? Por el momento, el central nervionense y su entorno permanecen bajo la lupa de la justicia.