La historia de la literatura española cambió para siempre por este premio amañado
Hace un siglo, Ramón Prieto y Romero fue un poeta bohemio que perdió el Premio Nacional de Poesía ante Alberti y Gerardo Diego
Se considera que la obra de Ramón Prieto y Romero es una "mezcla de vanguardia y Bécquer" / La Razón
Ronald Goncalves
29 MAR 2025 16:59
Durante el siglo pasado, el Premio Nacional de Literatura se entregaba a las categorías de Poesía, Crítica y Teatro, y adjudicárselo tenía la capacidad de cambiar por completo la trayectoria profesional de una persona tanto por reconocimiento como por legitimidad.
En 1925, particularmente, el jurado estaba compuesto por Antonio Machado, José Moreno Villa, Ramón Menéndez Pidal, Carlos Arniches y Gabriel Maura, y a la gala se presentaron jóvenes talentosos como Rafael Alberti, Gerardo Diego y Ramón Prieto y Romero, de entre los que salieron los ganadores del Premio Nacional de Poesía.
Sin embargo, cien años después desde la instancia en la que incluso en la época se llegó a considerar fraudulenta, con periodistas describiéndolo como un «escándalo» y presumiendo posibles conexiones de parte de Alberti y Gerardo Diego con los jurados, la obra de Ramón Prieto y Romero finalmente es recordada gracias al trabajo de Andrew A. Anderson, profesor de literatura en Oxford, mostrando el punto de la literatura española que pudo haber cambiado toda la historia.
A través de su recientemente publicado libro ‘Alas‘, el profesional del área ha logrado rescatar la mayoría de la obra poética de «una figura única de la poesía española previa a la Guerra Civil». En este sentido, detalla que el compendio ofrece «una curiosa mezcla de la vanguardia del ultraísmo, de las imágenes estrambóticas del verso libre completo, pero al mismo tiempo, yo sobre todo encuentro ecos de Bécquer ahí, curiosamente».
«Entonces se puede [ver] como una fusión de esa tradición un poco romántica de la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer, pero con un estilo más bien vanguardista, estilo ultraísta o creacionista», añade Anderson en el prólogo de ‘Alas’.
«Para el mundo académico, la obra de Prieto y Romero aporta una nueva luz sobre una etapa vibrante de la literatura española. Para los aficionados a la poesía, este libro constituye el maravilloso descubrimiento de un escritor de primera línea hasta ahora esencialmente desconocido«, explica.
“Durante años, su nombre aparecía esporádicamente en algunas publicaciones menores, pero siempre desde una posición marginal. Cuando comencé a investigar más profundamente su vida y obra, descubrí que, pese a esa relativa invisibilidad, había mantenido un contacto constante con el círculo vanguardista del momento. Algunos poemas suyos ya habían llegado a mis manos anteriormente sin que supiera reconocer su importancia, pues eran textos aislados, sin contexto”, añadió, tal y como reporta ‘El Confidencial’.
Por su parte, indica: “El ninguneo más efectivo, al final, es no mencionar ni siquiera el nombre. En artículos de Gerardo Diego, por ejemplo, se les atacaba duramente, llegando a calificar a los surrealistas de vagos, diciendo que no valían nada. A partir de esa primera antología que él publicó en 1932 comenzó a estructurarse lo que más tarde se conocería como el canon. Y se empezó a consolidar esa visión de la poesía de la postguerra, mucho más completa, que dejó fuera a muchas otras voces valiosas”.
Por tanto, luego de que Ramón y Prieto perdiese el premio y a su hijo mayor, quien fue atropellado por un coche meses antes de la celebración, el célebre autor se entregó al alcohol y a la soledad, empezó a perder su tacto paulatinamente, escribiendo solo para sí y para la prensa. Eventualmente, murió a los 43 años en 1933 de miocarditis con la profesión de «mendigo«, según el certificado de defunción, mostrando así cuán importante es ahora recordar su trabajo.