La DGT lo confirma: este el motivo por el que no se aplica la tasa 0,0 al volante

La Dirección General de Tráfico tiene la intención de rebajar a 0,1 mg/l la tasa máxima de alcohol en aire aspirado al volante

EFE/Manuel Bruque / MANUEL BRUQUE / EFE

Ricardo Castelló

12 ABR 2025 11:23

La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene un propósito claro para este 2025: continuar disminuyendo el riesgo de mortalidad en las carreteras. Los vehículos motorizados son una forma de transporte que millones de personas emplean cada día, y depende de cada persona asegurar que la carretera sea un espacio seguro.

Como resultado de esta situación, la DGT tiene la intención de rebajar a 0,1 mg/l la tasa máxima de alcohol en aire aspirado al volante. Además, un recién estudio científico avala esta idea que quiere establecer la DGT a todos los conductores españoles.

Actualmente, la tasa legal para la mayoría de los conductores se sitúa en 0,25 mg/l en aire espirado, equivalente a 0,5 g/l en sangre, mientras que para los noveles de 0,15 mg/l en aire espirado, equivalente a 0,30 g/l en sangre.

Según los especialistas, el riego actual de sufrir un accidente con víctimas mortales con estas tasas de alcoholemia es entre tres y cinco veces superior. Cuando la nueva medida entre en vigor, pendientes de la aprobación por parte del Congreso, la nueva tasa máxima no será exactamente de 0,0. Sin embargo, el director de la DGT, Pere Navarro, avisaba que «ni botellín pequeño ni nada«.

A pesar de que sea 0,1 mg/l, muchos españoles se están cuestionando porque ya no ponen la tasa al 0,0, pero el director de la DGT aseguró que ninguno de los países que tienen establecida una tasa cero son referentes en seguridad vial. No obstante, advirtió que «en la práctica equivale a 0,0«.

Luis Montoro, director del Instituto Universitario de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de València, desvela el motivo por el que no es de 0,0: «Hay muchos medicamentos y frutas que contienen alcohol, al igual que algunas comidas y postres. De hecho, los países que la tienen establecida, en la práctica no multan si se supera ese límite«.

Por otro lado, asegura que «el alcohol, incluso en pequeñas cantidades, puede afectar a la visión, a la coordinación, al tiempo de reacción, a la percepción del riesgo, a la toma de decisiones, a las distracciones, a la precisión de las maniobras, a la fatiga, al comportamiento del conductor y un largo etcétera».

«Algunos conductores piensan que, aunque beban, no van a tener un siniestro. Los estudios dicen precisamente que esa conducta es un predictor claro de que van a sufrir un siniestro«, recomienda Montoro.

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