‘Kaiser Cubarsí’, un dolor de cabeza para el Borussia
El central completó un partido monumental en su reaparición en Champions League tras cumplir suspensión en la vuelta de octavos ante el Benfica
Cubarsí celebra el primer tanto del Barça / Emilio Morenatti / AP
Víctor González
09 ABR 2025 23:52
La trempana explosión y la magia que tiene Lamine Yamal en sus botas, a veces, puede cegarnos sobre cómo de brillante es la presencia de Pau Cubarsí para el planteamiento de Hansi Flick en el Barça.
Tras una eliminatoria de octavos marcada por su expulsión en Lisboa en la ida y su ausencia ante el Benfica en Montjuïc, el defensa del Estanyol volvió a demostrar ante el Borussia Dortmund que poco tiene que envidiar a los grandes centrales de Europa, básicamente, porque él mismo ya puede poner su nombre en esa lista.
Y eso que, ante los alemanes, el partido empezó con un susto tremendo para el defensa gironí, que a los pocos minutos de empezar el partido recibió un cabezazo durísimo en el intento de despejar por parte de Serhou Guirassy, que impactó de lleno en la testa de Pau, que durante algunos minutos quedó algo desorientado por el golpe.
El malestar, no obstante, fue un espejismo. Desde el minuto 10, Cubarsí empezó a dominar en cada ocasión que el Dortmund intentaba activar en velocidad al propio Guirassy y Adeyemi. El central se anticipó una y otra vez a los movimientos de los alemanes, desquiciados ante la insultante superioridad en el corte del canterano culé y su elegante y sutil salida de balón, que los obligó jugada tras jugada a perseguir sombras en la presión.
Además, Cubarsí fue un muro cuando los de Kovac reaccionaron tras el primer tanto culé. En un arrebato de orgullo, el Borussia salió de la cueva en la que lo había metido el Barça y ahí, el chaval se puso el mono de trabajo para achicar las internadas que buscaban a las dos lanzas del ataque alemán.
La fiesta podría haber sido completa si un hiperactivo Raphinha, con ánimo de cazagoles (y nunca mejor dicho), no hubiese metido la bota sobre la línea de gol cuando el remate de Pau ya estaba sobrepasando la cal de la portería de Kobel. Aunque, por mucho que en el registro de UEFA el gol no lleve su nombre, la primera piedra del inicio del triunfo del Barça la colocó él.