Florentino respalda a Asencio tras los graves cánticos e insultos en los estadios

La situación de Marco Asencio sigue marcando la actualidad en el fútbol español, y esta vez, no son sus cifras deportivas las que captan la atención, sino el sufrimiento al que se ve sometido fuera de los terrenos de juego. Los insultos y graves cánticos que ha tenido que soportar el delantero del Real Madrid han escalado a un punto tal que ha requerido la intervención directa de Florentino Pérez, presidente del club. Un gesto que refleja la solidaridad y compromiso del Real Madrid con uno de sus jugadores más destacados, pero también la gravedad de la situación.

En los últimos días, Asencio ha vivido un auténtico calvario, con la presión extradeportiva alcanzando límites inaceptables. Durante el enfrentamiento contra la Real Sociedad en el Reale Arena, se escucharon cánticos y gritos que no solo cruzaron la línea de la decencia, sino que se adentraron en el ámbito del ataque personal. En pleno fragor del partido, algunos aficionados no dudaron en lanzar mensajes abiertamente hostiles hacia el jugador, una actitud que no es nueva, sino que se repite con cada vez mayor intensidad. Ya en otros encuentros, como el Osasuna – Real Madrid en El Sadar, el futbolista fue objeto de un acoso sonoro por parte de los sectores más radicales de las gradas, quienes pasaron del insulto al menosprecio, elevando los cánticos de odio al límite de lo intolerable. «¡Asencio, valiente, valiente, hijo de puta!» y el insoportable «¡Asencio, muérete!» se han escuchado en un entorno que debería estar exento de agresiones verbales de tal calibre.

Florentino Pérez, consciente del sufrimiento que esto genera en uno de los pilares del equipo, no dudó en llamar a Asencio para ofrecerle su apoyo incondicional. En una reunión privada, el presidente del Real Madrid le aseguró al jugador que no estaba solo, que el club estaría siempre a su lado y que tomaban muy en serio lo ocurrido. «Quiero que estés tranquilo, Marco. Aquí cuentas con mi respaldo total y el de todos en el club», le afirmó el mandatario merengue, quien dejó claro que el Real Madrid no iba a quedarse de brazos cruzados frente a este tipo de situaciones.

Este gesto de solidaridad se suma al constante respaldo que Asencio ha recibido del cuerpo técnico, encabezado por Carlo Ancelotti, y de sus compañeros de equipo. Desde que los cánticos y acosos comenzaron a intensificarse, el técnico italiano ha sido claro: proteger al jugador y garantizar que su rendimiento no se vea afectado. «Marco está siendo clave en nuestro esquema. Lo que importa ahora es que se mantenga centrado en lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol», dijo Ancelotti en varias ocasiones.

Asencio, por su parte, ha intentado mantenerse al margen de la maraña extradeportiva, concentrándose únicamente en su rendimiento. Sin embargo, no son fáciles los momentos que está viviendo. El jugador, agradecido por el apoyo recibido, ha dejado claro que se siente más fuerte gracias a las muestras de solidaridad tanto del club como de sus compañeros. «Estoy aquí para seguir demostrando lo que puedo aportar al equipo», afirmó el delantero, quien se ha ganado un lugar destacado en la alineación titular del Real Madrid por su destacada condición física y su capacidad para marcar diferencias en momentos clave.

Lo que está claro es que este episodio ha puesto de manifiesto una vez más la maldición de los cánticos violentos que afectan no solo a la afición del fútbol, sino a la propia dignidad de los jugadores. Los clubes y las instituciones deben redoblar esfuerzos para erradicar este tipo de comportamientos, promoviendo un ambiente donde predomine el respeto y la cultura de la paz. Mientras tanto, el Real Madrid sigue comprometido con la protección de sus jugadores, y en el caso de Asencio, el respaldo será total.

La solidaridad entre el club, cuerpo técnico y jugadores ha quedado reflejada en estos días de tensiones. Sin lugar a dudas, este apoyo colectivo será el pilar sobre el que Marco Asencio podrá construir un futuro aún más brillante, alejado de los gritos y el odio que empañan el hermoso deporte del fútbol.

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