Escándalo arbitral en el épico empate de la Gimnástica ante el Coruxo

A perro flaco todo son pulgas. La Gimnástica sumó un épico empate en un partido tremendamente condicionado por la actuación arbitral, lo que motivó, incluso, la comparecencia del presidente de la entidad gimnástica para anunciar la presentación de una protesta formal. Dos expulsiones incomprensibles, la primera de ellas al cuarto de hora, fueron la causa de la indignación general. A pesar de jugar en inferioridad durante más de una hora, el equipo de Manu Calleja tuvo más ocasiones que el Coruxo y se hizo merecedor de la victoria. 

El partido comenzó con mucho ritmo e intensidad. La Gimnástica quiso sorprender al Coruxo desde el primer instante y las llegadas se sucedieron en ambas áreas. Todo transcurría dentro de la normalidad, hasta que el árbitro decidió convertirse en el protagonista del encuentro en el minuto quince. Una falta del montón en el centro del campo, de esas que dejas a todo el mundo conforme si sacas amarilla, fue sancionada por el colegiado asturiano con tarjeta roja directa a Dani Gómez, dejando perplejos a todos los presentes, expedición visitante incluída.

El Malecón estalló y no dejó de mostrar su indignación durante el resto del encuentro. La Gimnástica quedó en shock y tardó en reaccionar. El duelo, que había sido vibrante en su comienzo, languideció. Viéndose en superioridad numérica, el Coruxo se hizo con el balón e Iván Crespo se convirtió en un baluarte para su equipo evitando el gol con varias intervenciones de mérito. Así se llegó al descanso, sin goles en el marcador.

El segundo tiempo significó un ejercicio de resistencia de una Gimnástica que nunca se rindió. Manu Calleja efectuó un doble cambio en el intermedio y recompuso al equipo. El colectivo torrelaveguense cedió la iniciativa al Coruxo, pero no se limitó a encerrarse en su área y buscó la portería contraria cada vez que se le presentó la ocasión. La Gimnástica apeló a su orgullo ante un equipo olívico que apenas inquietó a un Iván Crespo que siempre apareció cuando se le necesitó.

En el minuto 79, con la Gimnástica crecida en busca de la victoria, emergió de nuevo la figura del árbitro para frenar los ímpetus blanquiazules. Un córner a favor del cuadro del Besaya terminó con gol anulado y otra tarjeta roja directa para Unai Hernández por una supuesta agresión. Con más de diez minutos todavía por delante y tan solo nueve jugadores sobre el campo, la escuadra local resistió y pudo llevarse el triunfo en el tiempo añadido con una clara oportunidad de Alberto Gómez. Al final, un punto muy meritorio a la par que insuficiente.

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