El Madrid se repone en Valdebebas: la Champions, última bala del orgullo blanco
La derrota ante el Valencia (1-2) en el Santiago Bernabéu ha supuesto uno de los golpes más dolorosos de la temporada para el vestuario del Real Madrid. Lejos de aliviar la tensión, el empate posterior del Barcelona ante el Betis, que mantenía la situación de LaLiga prácticamente igual, no calmó los ánimos en Chamartín. El ambiente fue sombrío y de profunda decepción entre los jugadores de Carlo Ancelotti, quienes fueron reprobados por su propia afición tras una actuación por debajo de lo esperado.
Ancelotti levanta la voz
Conscientes del malestar generalizado, fue el propio Carlo Ancelotti quien tomó la iniciativa y alzó la voz el domingo en Valdebebas, recordando al grupo que nada está perdido y que todavía hay títulos en juego. El técnico quiso cambiar el chip de inmediato y enfocó al equipo hacia el gran objetivo inmediato: la Champions League.
“No vale el lamento. Quiero un último esfuerzo. Todo se puede vestir de blanco”, habría dicho el técnico a sus jugadores antes del entrenamiento, buscando reactivar la moral del grupo.
El vestuario, tocado pero consciente
Los jugadores, según fuentes del club, estaban muy tocados. La sensación era de haber dejado escapar una oportunidad de oro para presionar al Barça en la recta final de la Liga. A pesar del bajón anímico, saben que no hay tiempo para lamentaciones, y que el partido ante el Arsenal, este martes en Londres, puede marcar la temporada.
La Champions League, como ha sucedido tantas veces en la historia blanca, puede volver a cambiarlo todo. Ancelotti insistió en que la energía y el enfoque deben estar al máximo nivel, recordando que el éxito en Europa depende de la actitud y determinación de todos.