El City paga 60 millones por Nico y complica el negocio para Barcelona y Oporto

El mercado de fichajes del último día de verano vivió uno de sus movimientos más sorprendentes: el traspaso de Nico González desde el Oporto al Manchester City. Un fichaje que no solo conmocionó por la cifra final, sino también por las implicaciones económicas que arrastraba para el Barcelona, quien, aunque no fue protagonista directo de la compra, se vio directamente afectado por varias cláusulas que marcaron la operación.

El traspaso millonario y las cláusulas en juego

El Manchester City desembolsó la totalidad de la cláusula de rescisión del centrocampista, que ascendía a 60 millones de euros, para hacerse con los servicios de un jugador que, aunque formado en las categorías inferiores del Barcelona, había tenido un paso muy destacado por el Oporto. Sin embargo, y como es habitual en este tipo de traspasos, no todo el dinero recayó directamente en las arcas del club portugués.

El porcentaje del Barcelona: una operación complicada

Uno de los aspectos más enrevesados de esta transacción estuvo en el porcentaje que el Barcelona poseía sobre la futura venta de Nico González. Según los términos acordados en el traspaso de 2023, el FC Barcelona tenía derecho a un 40% de la venta del centrocampista, lo que significaba que, de los 60 millones que pagó el City, 24 millones deberían haberse destinado a las arcas azulgranas.

Sin embargo, como ya se ha visto en otras operaciones de alto calibre, las cláusulas no son siempre tan simples. El Oporto, con la intención de reducir lo que debía abonar a Barcelona, activó una segunda cláusula que le otorgaba la posibilidad de recomprar parte de ese porcentaje. Así, el club portugués pagó 3 millones de euros por adquirir el 20% de la operación, lo que redujo la cantidad que finalmente recibirá el Barcelona.

El saldo final: ¿cuánto recibe el Barcelona?

Con la activación de la cláusula de recompra, el Barcelona se queda finalmente con 15 millones de euros por el traspaso de Nico González al Manchester City. De esta cantidad, 12 millones provienen del 20% restante de la venta (tras la recompra del Oporto), mientras que los otros 3 millones corresponden a lo que el Oporto pagó por el 20% que el Barcelona poseía originalmente.

El total final de la operación es mucho menor de lo que los directivos de Barcelona habrían esperado, pues, en teoría, el club azulgrana podía haberse embolsado hasta 24 millones si no hubiese intervenido la recompra de Oporto.

Los ingresos previos y la comisión de Mendes

Cabe destacar que esta operación no es completamente desconocida para el FC Barcelona, ya que, en el verano de 2023, el club catalán ya había ingresado 8,5 millones de euros por la venta de Nico González al Oporto. Este pago inicial se sumó a los 15 millones que el Barcelona recibirá por la venta al City, lo que deja el total de la operación en 23,5 millones para el club azulgrana.

Sin embargo, el Oporto también tenía su parte en este enredo económico. El club portugués no solo tuvo que hacerse cargo de la recompra de un porcentaje de la venta, sino que también deberá pagar una importante comisión de intermediación de 6 millones de euros al agente Jorge Mendes, quien actuó como intermediario en todo el proceso. Este gasto es completamente asumido por el Oporto, lo que deja al club portugués con un balance ligeramente más ajustado en términos de dinero neto recibido.

Conclusión: una operación compleja con múltiples implicaciones

El fichaje de Nico González por parte del Manchester City ha dejado al descubierto las complejidades de los contratos en el fútbol de élite. En este caso, las cláusulas de recompra, los porcentajes sobre futuras ventas y las comisiones de intermediarios han hecho de esta transacción una de las más complicadas del mercado, afectando tanto al Oporto como al Barcelona de maneras que no eran fácilmente predecibles.

Aunque el Barcelona obtiene una cantidad significativa por el traspaso del futbolista formado en La Masía, las circunstancias contractuales han reducido considerablemente lo que el club podría haber recibido originalmente. Por su parte, el Oporto ha jugado sus cartas para minimizar la cantidad final que debe abonar, mientras que el Manchester City, con su cheque de 60 millones, se ha asegurado a un jugador con un enorme potencial.

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