El caso Íñigo Martínez: polémica por una supuesta alineación indebida
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha respondido oficialmente a la controversia surgida tras la participación de Íñigo Martínez en el partido entre el FC Barcelona y CA Osasuna, disputado el pasado jueves 27 de marzo de 2025. El jugador fue incluido en el once titular del Barça, pese a haber causado baja previamente en la convocatoria de la selección española, lo que ha llevado a Osasuna a plantear una posible impugnación del encuentro.
La normativa de la FIFA establece de manera clara que todo futbolista convocado por su selección nacional que no se incorpore o se retire por lesión no podrá jugar con su club en los cinco días posteriores al último partido internacional. La única excepción es que exista una liberación expresa y oficial por parte de la federación nacional.
En este caso, según ha explicado la RFEF, dicha liberación sí se produjo. El lunes 17 de marzo, la Federación emitió un comunicado oficial anunciando la baja del jugador, fundamentada en un informe médico del FC Barcelona que detallaba una parameniscitis interna en la rodilla derecha de Martínez. Esta comunicación, afirman, equivale a una liberación formal conforme al reglamento internacional, lo que habilitaba legalmente al futbolista para jugar con su club.
Sin embargo, desde Osasuna han manifestado su profundo malestar. La directiva del club navarro señala un trato desigual por parte de la Federación, comparando el caso con el del futbolista Bryan Zaragoza, quien sí tuvo que personarse en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para justificar su lesión. En cambio, Íñigo Martínez, a pesar de encontrarse en Madrid la noche anterior, no acudió a la sede federativa, lo que ha sido considerado por Osasuna como una irregularidad.
A pesar del descontento, hasta las 11:00 de la mañana del viernes 28 de marzo, Osasuna no había presentado una impugnación oficial ante los organismos competentes. Durante el encuentro, los representantes del club ya habían expresado su indignación, tanto antes como después del partido, por la presencia del central en el terreno de juego.
La RFEF sostiene que no ve recorrido legal en una posible denuncia, ya que, insisten, el jugador fue liberado correctamente y dentro del marco normativo. La Federación considera que ha actuado conforme a lo que marca la regulación FIFA, y que la baja de Íñigo Martínez fue gestionada de manera transparente y formal.
La situación, sin embargo, no deja de ser incómoda y ha generado un debate en torno a la fecha del partido, colocada aún dentro del periodo protegido por FIFA, y a la decisión técnica de convocar a un jugador que llevaba meses sin formar parte de la selección española, lo cual ha alimentado las sospechas de un posible trato preferente hacia el club catalán.
En definitiva, aunque todo apunta a que no habrá consecuencias disciplinarias, el episodio deja un sabor amargo y puede abrir una reflexión sobre la equidad en la aplicación de las normas federativas. La atención queda ahora en si Osasuna decide o no dar el paso definitivo y formalizar una queja oficial, lo que reabriría el caso en los despachos de la RFEF. Mientras tanto, la controversia sigue viva y el nombre de Íñigo Martínez permanece en el centro del debate.