Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Opinión de Joan Laporta

El FC Barcelona anunció esta semana que es la "primera organización deportiva en obtener las máximas garantías posibles en materia de ‘compliance’" / FC Barcelona

El cuerpo me pedía ayer escribir del desenlace del tema Nico Williams pero, en el interín, me envió un mensaje por WhatsApp un exejecutivo del FC Barcelona que ha estado tres años bajo las órdenes de los actuales responsables del club y que se marchó, como tantos otros, “decepcionado” (por no escribir la palabra que él utiliza) por la forma en la que se gobierna el FCB. Me dice: “Menuda tomadura de pelo”. Pensaba que se refería al caso Nico Williams, pero no. Adjunta un enlace, lo abro y lo leo. 

Resulta que el FCB ha obtenido “las máximas garantías posibles en materia de compliance” por su compromiso con la implementación de una cultura ética y de control en la gestión, en línea con el Código Ético del club. Le han otorgado dos certificaciones por parte de AENOR. ¿Esto cómo va? ¿Pides un certificado, lo pagas y te lo dan? No sé si es una broma de mal gusto, recochineo, o si nos toman por tontos, pero lo que anunció el pasado martes el FCB es para mear y no echar gota.

Miren, una de las mayores anomalías que hay en el FCB es precisamente su ‘compliance officer’: Sergi Atienza. Lo he escrito varias veces y me hubiera gustado enterrar este tema, pero la actualidad es tozuda. Jamás en la vida hubiera tenido que llegar a ese cargo. En cualquier empresa normal no hubiera ocurrido. “Imposible”, me alertaba un experto en la materia de una de las ‘Big Four’ de las auditoras asentado en Barcelona, con el que conversé ayer.

¿Sabe AENOR que Atienza es amigo personal de Laporta? ¿Que trabajó en su oficina de la Avenida Diagonal? ¿Qué recogió firmas para su campaña electoral? Y lo más grave: ¿que dijo públicamente en redes sociales que estaba a favor de Laporta de forma “parcialisísima” y que lo hacía por “libertad ideológica”? Es decir, el FCB tiene como ‘compliance officer’ a un laportista recalcitrante. ¡Viva la independencia!

¿Cómo puede presumir un departamento donde fallaron todos los mecanismos de control (o no, vete tú a saber…) y que permitió que a un estafador que se hizo pasar por uno de los agentes de Lewandowski se le hiciera una transferencia de un millón de euros a un banco de Chipre? Fue la propia entidad bancaria la que alertó al FCB. ¿Por qué no denunció estos hechos el FCB a la policía?

¿Cómo puede presumir el FCB de ser “un club que se posiciona como un modelo de transparencia, responsable y comprometido con la ética”, cuando lo primero que hicieron al llegar en marzo de 2021 fue precisamente modificar el Código Ético ya existente para que pudieran entrar a trabajar en el club familiares del presidente y de su jefa de gabinete, algo que estaba expresamente prohibido?

¿Qué tiene de ético, señora Elena Fort, esconder al exdirectivo Xavier Sala i Martín en la Oficina de Atención al Barcelonista (OAB) durante la última Asamblea de Socios Compromisarios, utilizando recursos del club, en un evidente agravio comparativo con el resto de socios? ¿Podemos llamar a eso intento de manipular la Asamblea o no? Pregunto… Ha pasado un año y ni Elena Fort ni Sala i Martín han dicho ni pío. 

¿Qué tiene de ético que los directivos del FCB recibieran un ‘supuesto préstamo’ de 350.000 euros de un proveedor del club (ISL) para que pagaran los intereses del aval bancario? Un proveedor al que cinco meses después se le regaló la organización de dos partidos amistosos del Barça en la gira de EE.UU. El Código Ético del FCB prohíbe literalmente que ningún miembro del club pueda beneficiarse de sus proveedores ¿Por qué nunca ha publicado o ha explicado el FCB el supuesto informe del Compliance sobre este hecho? Todo quedó en un tema “estético”.

¿De verdad el Compliance no tiene nada que decir sobre la elección de New Era Visionary Group como responsable de las telecomunicaciones del nuevo Camp Nou y del negocio de la telefonía móvil? ¿Cómo justifican él o el director de compras, César Martínez, que una empresa que no tiene trabajadores, sede social, infraestructura, medios, ubicada en un piso particular, se quedara a dedo con un negocio millonario por delante de empresas con amplia experiencia en el sector como Cellnex, Orange, Telefónica, Parlem…? ¿Por qué no se le otorgó a una de ellas?

Alertamos de indicios de presunto plagio a la empresa catalana Parlem Telecom Companyia de Telecomunicacions S.A en el Plan de Negocio de la telefonía móvil. Parlem presentó al FCB una idea propia, el proyecto Barça Connect y meses después fue a parar a manos de la desconocida New Era Visionary Group (Barça Mobile) que, para implementarlo, fichó a trabajadores de Parlem. ¿Lo ven normal? ¿Lo ha investigado el departamento de Compliance? A ver si al final este tema va a terminar ante la Justicia…

Hubiera bastado con que el FC Barcelona no presumiera de Código Ético ni de su departamento de Compliance. Pero ya que lo ha hecho, ya saben: dime de qué presumes y te diré de qué careces.

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