Diego Aguado: el central que enciende la chispa del futuro blanco
El destino de Aguado parece escrito con líneas de esfuerzo y talento. El central zurdo, que llegó al Real Madrid en 2017 desde el modesto fútbol base madrileño, ha crecido a pasos agigantados hasta convertirse en un pilar del Juvenil A. Desde la grada, vio cómo sus compañeros se alzaban con una importante victoria, y horas después, culminó una jornada mágica siendo incluido en la lista de Carlo Ancelotti.
Ancelotti, consciente de la importancia de los canteranos, destacó en rueda de prensa que, aunque «dar minutos no es el objetivo principal», los jóvenes están preparados para ayudar en momentos críticos. La conocida «Lista de Davide» —confeccionada por su hijo y asistente— incluye a aquellos jugadores de la cantera listos para aportar soluciones inmediatas en un equipo plagado de bajas. En este contexto, Aguado aparece como la pieza perfecta para encajar en el exigente sistema blanco.
Rápido, zurdo y diseñado para el fútbol moderno
No es casualidad que Aguado haya llegado hasta aquí. Zurdo, veloz y con una salida de balón prodigiosa, el joven central posee cualidades poco habituales que lo convierten en un perfil codiciado. Su capacidad para defender con la línea adelantada, habitual en el esquema de Ancelotti, lo distingue de otros jugadores de su generación. Su seguridad en el corte y su lectura del juego le permiten anticiparse con facilidad, algo que ha demostrado desde su etapa en el Alevín B.
Pero lo que realmente lo separa del resto es su temple bajo presión. Aguado no solo cumple en defensa: su versatilidad le permite desempeñarse como lateral zurdo, una posición cada vez más demandada en el fútbol moderno. Además, su experiencia en competiciones como la Youth League ha forjado a un jugador con carácter y acostumbrado a medirse ante los mejores talentos del continente.
Un secreto bien guardado en el corazón de Valdebebas
Detrás del futbolista brillante, hay una historia que lo hace aún más especial. El sueño de Aguado siempre fue convertirse en bombero, un objetivo que habla de su vocación por servir y proteger. Ahora, ese espíritu de sacrificio lo traslada al césped, donde podría «apagar incendios» para un equipo azotado por las lesiones.
Con una trayectoria avalada por Álvaro Arbeloa, quien lo impulsó desde el Juvenil C al A, Diego Aguado ha demostrado ser un líder natural. Su evolución lo ha llevado a ser un habitual en la selección española sub-19 y a situarse como uno de los nombres más prometedores de La Fábrica.
El futuro está aquí
Diego Aguado encarna el presente y el futuro del Real Madrid. Un central que combina el rigor defensivo con la elegancia técnica, un futbolista que ha pasado de los campos de tierra a las listas del primer equipo en menos de una década.
Si el fútbol es un juego de oportunidades, Aguado está listo para tomar la suya. El Bernabéu, ese templo donde los sueños se hacen realidad, podría muy pronto ser testigo del despegue de un nuevo ídolo blanco. Por ahora, todo empieza en Butarque, donde cada balón, cada corte y cada pase serán un paso más hacia la cima.