Courtois, Vinícius, el «papelito» de Ancelotti y el ‘doble toque’ de Julián: las claves de otra gesta blanca

El Real Madrid volvió a demostrar por qué es el rey de la Champions League en una noche de puro dramatismo en el Cívitas Metropolitano. El Atlético de Madrid, con un esfuerzo titánico, llevó a su eterno rival hasta una tanda de penaltis que pasará a la historia por sus momentos de tensión, polémica y detalles inéditos. Los blancos se impusieron por 2-4 en los lanzamientos desde los once metros, dejando a los rojiblancos una vez más a las puertas de la gloria europea.

Hubo de todo: un «papelito» con la estrategia de lanzamientos, un Mbappé desatado en su rol de líder, un fallo de Marcos Llorente que recordó a la maldición de Juanfran en 2016, un penalti anulado por doble toque y una celebración que dará que hablar por parte de Vinícius.

Davide Ancelotti y el «papelito» decisivo

Como en otras noches europeas, el Real Madrid no dejó ningún detalle al azar. En la charla previa a los penaltis, Davide Ancelotti, hijo y asistente de Carlo Ancelotti, tomó el mando con un papel en mano donde se establecía el orden de lanzadores.

La estrategia fue clara: los mejores lanzadores serían los primeros en ejecutar. Así, Mbappé, Bellingham y Valverde fueron los encargados de dar ventaja inicial al Madrid. Sin embargo, la gran incógnita llegó con el quinto penalti, originalmente asignado a Endrick. Aunque el brasileño tenía la confianza del cuerpo técnico tras los entrenamientos en Valdebebas, Carlo Ancelotti cambió de opinión en el último momento tras ver la tensión en su rostro y apostó por Antonio Rüdiger. Una decisión que resultó clave.

Mbappé, de la sombra al protagonismo absoluto

El número 9 del Real Madrid no tuvo su mejor partido en el tiempo reglamentario. Su participación fue intermitente, aunque provocó el penalti que dio el empate a su equipo. Pero si algo dejó claro es que su mentalidad ganadora no tiene límites.

Su impacto en la tanda de penaltis fue total:

  • Lanzó el primer penalti con seguridad para quitarse la presión.
  • Fue el primero en animar a Bellingham tras su lanzamiento.
  • Se metió en una discusión con los árbitros para pedir la repetición del penalti de Julián Álvarez.
  • Actuó como guardaespaldas de Rüdiger cuando Marcos Llorente intentó desestabilizarle antes de su disparo.

Este último detalle acabó con una amarilla para Mbappé, pero con el reconocimiento de sus compañeros, Bellingham y Lucas Vázquez, que aplaudieron su liderazgo en un momento tan tenso. Curiosamente, el jugador más activo en la tanda fue el que menos celebró tras la victoria, quedándose en el banquillo mientras el resto del equipo corría a festejar con la afición.

Marcos Llorente y la maldición de Juanfran

En 2016, el Atlético de Madrid vivió una de sus noches más amargas cuando Juanfran Torres falló el penalti decisivo en la final de la Champions contra el Real Madrid. Nueve años después, la historia se repitió con otro canterano madridista: Marcos Llorente.

El centrocampista rojiblanco intentó ajustar su disparo al máximo, pero el balón se estrelló en el larguero, dejando helado al Metropolitano. El fallo fue un golpe psicológico irreparable para el Atlético, que veía cómo la pesadilla de las tandas de penaltis ante el Madrid se repetía.

Valverde redime su error ante el City

Uno de los momentos más emotivos de la tanda fue el penalti convertido por Fede Valverde. El uruguayo había reconocido antes del partido que se arrepentía de no haber lanzado en la tanda contra el Manchester City la temporada pasada, y que quería demostrar que estaba preparado para asumir la responsabilidad.

Con el marcador 1-3, Valverde tomó el balón y ejecutó su disparo con determinación. Tras marcar, dejó salir toda la tensión acumulada y celebró con rabia, sabiendo que su gol acercaba al Madrid a la clasificación.

«Muchos nervios en esa caminata, muchas cosas pasan por tu cabeza. Si fallas, sientes que le fallas a todo el equipo. Pero cuando entra, es un alivio increíble», confesó el uruguayo tras el partido.

La polémica del penalti de Julián Álvarez

Uno de los momentos más controvertidos de la tanda fue el penalti anulado a Julián Álvarez. El argentino convirtió su lanzamiento, pero inmediatamente Courtois levantó la mano y señaló al árbitro, asegurando que había habido doble toque en el disparo.

Las repeticiones mostraron que, al impactar el balón, el pie de apoyo del delantero argentino tocó ligeramente la pelota antes del golpeo final, lo que es considerado una infracción. El VAR avisó al árbitro Szymon Marciniak, quien anuló el gol y ordenó repetir el penalti, algo poco habitual en una tanda.

«Sentí que la pelota tomó un efecto extraño, por eso protesté de inmediato», explicó Courtois tras el partido.

El fallo dejó desquiciado al Atlético, y Diego Simeone expresó su malestar en rueda de prensa, asegurando que «la pelota no se movió ni un poquito» y que era un castigo injusto.

El gesto de Vinícius que dará que hablar

La celebración madridista dejó una imagen que sin duda generará polémica en los próximos días. Mientras sus compañeros festejaban, Vinícius Júnior tomó su abrigo, lo colocó en el césped y aseguró que el escudo del Real Madrid quedara bien visible para la afición rojiblanca.

Mirando hacia la grada, el brasileño señaló su prenda y dijo: «Aquí, aquí», en un gesto desafiante hacia los seguidores colchoneros. Antes, mientras era sustituido en la prórroga, había respondido a los cánticos de «Vinícius, balón de playa» recordando a la afición que el Madrid tiene 15 Champions y el Atlético, ninguna.

Este gesto avivará aún más la rivalidad entre ambos equipos y seguramente será tema de conversación en los próximos días.

Oblak, la imagen de la derrota

Mientras el Real Madrid celebraba, Jan Oblak quedó solo en su portería, con la mirada perdida y las manos en la cara. El esloveno estuvo a punto de detener el penalti decisivo de Rüdiger, pero el balón se le escurrió entre los guantes antes de besar la red.

El portero rojiblanco fue el primero en ser consolado por sus compañeros, pero su desolación reflejaba el sentir de todo el Atlético de Madrid. Otro año, otra eliminación dolorosa ante el eterno rival en la Champions League.

El Real Madrid volvió a sobrevivir en una noche de sufrimiento máximo, confirmando que su ADN en la Champions sigue intacto. Con la clasificación asegurada, los blancos avanzan a los cuartos de final, mientras que el Atlético queda, una vez más, fuera de la competición a manos de su vecino. La historia se repite, la maldición sigue y el Madrid sigue reinando en Europa.

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