Caso Rafa Mir, la declaración de testigos abre nuevas interrogantes

Los cuatro policías locales que acudieron al domicilio del delantero el pasado 1 de septiembre, en la urbanización Torre en Conill, sostuvieron que no percibieron señales de un delito grave. En su testimonio, afirmaron que su intervención se limitó a tranquilizar a las dos jóvenes y recopilar información sobre lo ocurrido. «De haber detectado indicios de agresión sexual, habríamos activado los protocolos establecidos«, declararon ante la jueza.

No obstante, los agentes revelaron que Rafa Mir habría proporcionado un nombre falso al identificar al amigo que lo acompañaba esa noche, el cual presuntamente estuvo involucrado en la confrontación. A pesar de este hecho, indicaron que no observaron lesiones visibles ni hematomas en las mujeres.

Relatos contradictorios entre los testigos

Además de los agentes, declararon otros tres testigos esenciales: el vecino que alertó a la seguridad de la urbanización, el tercer hombre presente en el domicilio y el padre de una de las denunciantes.

  • El vecino aseguró que vio a las jóvenes en la calle semidesnudas y visiblemente alteradas, destacando que una de ellas lloraba.
  • El padre de la víctima, por su parte, narró que su hija le confesó al teléfono con una frase clave: «Me ha tocado», dejando entrever el presunto abuso.
  • El tercer amigo de Rafa Mir, ajeno a los hechos denunciados, restó importancia al incidente, alegando que solo presenció una discusión verbal en la que el otro amigo, identificado como Pablo, habría echado a las chicas del domicilio de forma brusca.

Medidas cautelares y estado del caso

Tras los hechos, Rafa Mir fue detenido y posteriormente quedó en libertad, aunque bajo estrictas medidas cautelares:

  • Retirada del pasaporte.
  • Prohibición de abandonar el país.
  • Comparecencia semanal para firmar.
  • Orden de alejamiento de 500 metros respecto a las denunciantes.

El caso, que inicialmente parecía circunscribirse a una noche polémica, ahora se enfrenta a un entramado de relatos divergentes que la jueza deberá esclarecer en las próximas semanas. Mientras el delantero continúa negando categóricamente las acusaciones, las nuevas declaraciones dejan en el aire si el proceso será archivado o se avanzará hacia un juicio formal.

Un proceso bajo el escrutinio público

El caso de Rafa Mir ha puesto el foco en cómo se gestionan las denuncias de agresión sexual en contextos de alta exposición mediática. A medida que los testimonios se contradicen y la prueba judicial avanza, se plantea un desafío tanto para la justicia como para el entorno del futbolista, que enfrenta un juicio no solo legal, sino también social.

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