Camavinga, deja dudas en un Real Madrid que se impone al Atlético en la Champions

El Real Madrid afrontaba con una ligera ventaja su enfrentamiento de ida de octavos de final de Champions League ante el Atlético de Madrid, pero el foco de la jornada terminó siendo, de manera no deseada, Eduardo Camavinga. El centrocampista francés, cuya exuberancia y temeridad en el campo han sido habituales en su juego, se vio involucrado en una de las jugadas clave que pudo cambiar el rumbo del partido, y, lamentablemente para él, su rendimiento no estuvo a la altura de lo esperado.

En una cita crucial en el Santiago Bernabéu , donde la victoria por 1-0 parecía consolidar las aspiraciones de los de **Carlo Ancelotti Carlo Ancelotti, el joven exjugador del Rennes no logró plasmar sobre el césped la frescura y dinámica que habitualmente le definen. Camavinga, designado titular tras la baja de Dani Ceballos, fue protagonista de una actuación gris y desencajada que acabó marcando negativamente el pulso de su equipo en el centro del campo.

La jugada que significó su momento más bajo llegó cuando, en un balón aparentemente sin peligro cerca de la esquina del área blanca, el mediocentro perdió un duelo innecesario frente al delantero argentino Julián Álvarez. Aunque la situación parecía controlada, el robo de balón habitual de Camavinga resultó en un error crítico, que permitió a Álvarez crear una jugada de peligro y, finalmente, lanzar un remate espectacular que Courtois no pudo detener. El gol rojiblanco, que a la postre sería el empate de la noche, acabó siendo una metáfora perfecta de la frustración que supuso la actuación de Camavinga en ese primer tiempo.

La jugada y el contexto: Camavinga pierde el pulso
En una acción que probablemente fue fruto de un cálculo erróneo, Camavinga intentó robarle el balón a Álvarez en una zona del campo donde el peligro parecía no existir. La clave del error fue precisamente la subestimación del rival, que aprovechó la ocasión para generar una jugada que, aunque difícilmente previsible, acabó castigando al Madrid. En la jugada no se puede culpar completamente a Camavinga, ya que el remate de Álvarez fue una obra de arte, pero sí se puede señalar cómo esa acción retrató la imprecisión de un partido en el que el mediocampista francés no consiguió dar la fluidez necesaria para conectar con los delanteros blancos.

Desde el principio del encuentro, se observó que el papel de Camavinga era fundamental para el ritmo del equipo, especialmente con un Aurélien Tchouaméni más centrado en su función de pivote defensivo. Su misión, por tanto, era la de dar dinamismo y profundidad a las transiciones ofensivas del Madrid. Sin embargo, la presión constante de la defensa colchonera le obligó en numerosas ocasiones a arriesgar más de la cuenta, con pases arriesgados que rara vez se concretaron con éxito.

Ancelotti y el cambio que redefinió el curso del partido
En un giro notable, Carlo Ancelotti decidió realizar el primer cambio del partido al filo de la hora de juego , algo que no es habitual en su esquema táctico. Con el 1-0 a favor gracias al gol de Brahim Díaz, el entrenador italiano consideró que era necesario dar más control al centro del campo. Modric ingresó por Camavinga, y fue el croata quien, con su maestría habitual, proporcionó la calma y el equilibrio que el equipo necesitaba. El dominio del Madrid se acrecentó con la presencia de Modric, quien minimizó los errores en la salida de balón y evitó que el Atlético tuviera más ocasiones de peligro.

Camavinga, entre lesiones y oportunidades perdidas
El presente de Eduardo Camavinga está lejos de ser fácil. Desde el inicio de la temporada, su curso ha estado marcado por las lesiones: un giro de rodilla en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa le apartó del campo por más de un mes, a lo que se sumaron dos lesiones musculares adicionales que le han dejado fuera de acción durante varias semanas. Estas dificultades físicas no solo han afectado su rendimiento, sino que también han permitido que Dani Ceballos se asentara como una pieza clave en el once titular de Ancelotti, lo que le ha relegado a un rol secundario en varias ocasiones.

La lesión de Ceballos fue lo que le permitió al francés tener su oportunidad en el derbi madrileño de este martes, pero Camavinga no aprovechó la ocasión. A pesar de su indiscutible calidad, su futuro en el once titular se complica con la irrupción de Luka Modric como mediocentro creativo, y con la vuelta de Jude Bellingham, que retorna tras cumplir sanción en la ida. El partido del martes representaba una oportunidad de oro para el 6 blanco, pero se le escapó entre los dedos, dejando la sensación de que, en el proceso de madurar, Camavinga aún tiene mucho por aprender.
El Real Madrid sigue avanzando en la Champions League , pero la actuación de Camavinga contra el Atlético fue un recordatorio de que en el fútbol de élite las oportunidades no siempre se repiten. Con la vuelta en el Metropolitano a la vista, el centrocampista francés tendrá que demostrar que puede sobreponerse a las adversidades y recuperar la confianza que el equipo necesita en la fase más decisiva del torneo.

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